¡Qué lujo poder pasear tranquilamente por un Paseo de Gracia dormido todavía, abriéndose poco a poco a los rayos diurnos, bajo un azul de cielo intenso, que por su pureza dañan tus ojos; sin casi coches, sin casi gente, rociado de un gentil octubre que todavía permite ir en manga corta y lucir al viento tus casi desnudos pies y...entonces me he dado cuenta de lo privilegiada que soy por poder vivir en una de las ciudades más bellas del mundo: Barcelona, entre el mar y la montaña, con una privilegiada climatología, con un arsenal de estilos arquitectónicos que conviven en perfecta armonía, con cualquier evento cultural al alcance de tus sentidos, con su fusión de olores, sabores y culturas. Su gastronomía, su idioma, su gente...Jamás me había sentido de ninguna parte pero hoy me siento orgullosa de ser barcelonesa, de formar parte de la cultura catalana y de colaborar a difundir estos sentimientos a través de la empresa para la que trabajo.
http://www.barcelonaturisme.cat
La Sue
Solamente hace doce años que vivo en tu ciudad y siento lo mismo que tú... pero con un par de matices...
ResponderEliminarLe sobran unos grados de calor en verano, y unos porcientos de humedad...
Y es una pena que esté más pensada para los que la vienen a visitar con la cartera llena que para los que la vivimos cada día.
Pero es tan bonita y variopinta!!!
Visca Barcelona!!!!
jajaja
ResponderEliminarSixto, en lo que respecta a la humedad estoy de acuerdo, pero te aseguro que la climatologia es privilegiada, fuera de Barcelona ciuad, ya es otro mundo; aquí casi nunca hace un frío espectacular y la calor sofocante dura un par de meses (como mucho) lo que pasa es que tu no tienes bien el termostato y no refrigera bien jajaja
Tu pueblín quiero conocer yo...a ver si me enamora!
Besiki
Sue........... pues si que has tardado en darte cuenta!!!!! Barcelona te da un vuelco al corazón y hormigueo en el estómago! Increíble!
ResponderEliminar