lunes, 12 de octubre de 2009

Los cielos tienen que ser simples...pero no lo son.



Vengo de ver Agora, la última película de Alejandro Amenábar; iba a regañadientes, lo reconozco, no me gustan mucho las películas históricas pero salgo pletórica de admiración y satisfacción y encima con la entrada firmada por el propio director.
La historia es dura, cruel, pero contada con maestria, a caballo entre la dulzura y la atrozidad.
Los sentimientos de odio, pasión, amor, amistad, fanatismo...se entremezclan durante toda la cinta a través de las excelentes interpretaciones de los actores.
Quiero resaltar y guardar para siempre en mi memoria la escena en la que Davo roza tímidamente con su mano el pie de una Hipatia dormida, un amor imposible entre esclavo y ama, para mi, una de las mejores escenas de la película, sin quitar mérito a la escena final.
He llorado, sí, pero ni de risa ni de tristeza, sino de rabia e indignación, porque no concibo la violencia, porque me duele pensar que la gente mataba y mata a sus iguales en nombre de su Dios, cada uno del suyo, sin ni siquiera saber si existe o es el mismo para todos, y mis lágrimas no eran por la barbarie que estaba viendo en ese momento, sino porque la película es un espejo que refleja la actualidad, da igual que sean judíos, ateos o cristianos, la gente sigue matando por ideologías políticas, por odios o venganzas, por fanatismos deportivos, se matan unos a otros sin percatarse que la vida ya es demasiado corta para no saberla vivir, con lo fácil que sería poder expresar nuestras ideas con total libertad y respetar las del prójimo, "vivir y dejar vivir".
La película no deja indiferente, eso desde luego.
http://www.agoralapelicula.com
No me queda más que alabar la compañía de Sixto y sus amigos Dani y Pili, dos personas encantadoras con las que espero compartir muchos más momentos.
El batido de "gerds" requetebueno ;-)

1 comentario:

  1. Nenaaa!! Qué razón tienes! Yo también la he visto este fin de semana y la verdad es que indiferente no te deja en absoluto...gracias a Dios...porque si viéndola no se nos removiese algo en nuestro interior sería para preocuparnos seriamente!
    Un besito!
    Anna(compi turismeña botiguera;-))

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