domingo, 22 de enero de 2012

Te echo de menos


Echo de menos tus bienvenidas cuando llegaba a casa después de trabajar; tus maullidos, cuando faltaba pienso en el comedor o cuando traías un calcetín en la boca pensando que era tu bebé; cuando te enroscabas en mi falda nada más sentarme en el sofá; cuando jugabas a atrapar el "cordillet" como si de un ratón se tratara...echaré de menos tus caricias y acariciar tu suave pelaje negro. ¡Eras tan buena! ¡Quizás la mejor gata que hayamos tenido nunca! Me consta que nos quisiste y te hiciste querer mucho, tanto, que formabas ya parte de nuestra familia, tanto que no puedo dejar de llorar cuando pienso en tí. Te busco en lo más alto del sofá, bajo el cubrecama, escondida en el armario de mi habitación...pero ya no te encuentro...te has ido....para siempre...y eso me provoca un gran vacío.
Nos diste mucho, seguramente más de lo que te ofrecimos nosotros.
Nikita, nikichu, mi Nica...descansa. Siempre estarás presente en nuestros corazones y cuando miremos al cielo, tus ojos nos iluminaran la negra noche.
Te quiero.