
Ayer reincidí y por quinta vez vi a los Love of Lesbian presentando su 1999 esta vez en Ripollet. No se a que se debió pero el sonido fue patético, ellos correctos pero se les veia como cansados, sin energia, apagados...pero como fan compulsiva que soy me toca defenderlos y los apruebo (aunque por los pelos), y es que tan sólo Santi es capaz de salvar una noche como la de ayer, participando en el super concurso de lanzamiento de wateres y enviando a 10 metros el pesado inodoro, interactuando con el público como sólo él sabe hacer, cantado y dedicándonos sus miradas tiernas y divertidas y sexis y "tímidas" dependiendo del tema que le toque interpretar.
Pero el gran descubrimiento para mi fue disfrutar del directo de los Mishima, un grupo que pese a tener en el mercado 5 trabajos eran unos auténticos desconocidos para mi. Su sencillez, su entrega, su energía, su música y sus letras fueron un gran hallazgo, y, aunque el sonido, insisto, era pésimo, fueron los mejores de la noche.
De los teloneros, los Reverendo Brown, no se si debo dar mi opinión ya que sólo vi el inicio y el final de su actuación. Creo que son una pésima copia de la Oreja de Van Gogh pero en cutre y su cantante desafina más que Amaia Montero, y eso, es mucho decir.
En definitiva una noche mágica con castillo de fuegos artificiales incluido; disfrutando de la velada con mi amor y es que unas croquetas entre la lechuga, un desfile de curiosos personajes, unas cuantas picadas de mosquitos, la aventura de encontrar un escenario, y la santa paciencia para que empiece un concierto, dan para muchos besos tiernos, ¿a qué si my love?