Me encanta ir en metro

me encanta ir en metro. En serio os lo digo, a pesar del volumen de gente que albergan sus vagones, a pesar de los empujones en busca de un sitio para descansar las nalgas, a pesar del olor a roquefort pasado que surgen de los sobaquillos ajenos, a pesar de los carteristas que a la que te descuidas te dejan sin la calderilla (porque no nos engañemos, más de 10 euros nunca llevo), sin carnet de conducir (con la pasta que cuesta conseguirlo) y sin la targeta del caprabo (muy importante si quieres obtener puntos), a pesar de que nuncan encuentras un empleado de tmb cuando se te atasca la targeta en la máquina, a pesar de que cada dos por tres están de huelga, a pesar de los guiris que se piensan que todos somos informadores turísticos, a pesar de que el precio del billete sube y sube y no se sabe dónde puede llegar a parar...y es que ir en metro tiene también sus ventajas, te lleva donde quieras y no te tienes que preocupar por el tema del aparcamiento, haces amigos porque cada día ves la misma gente en el mismo vagón y a la misma hora, porque en lo que te dura el trayecto te da tiempo a escuchar música en tu mp4, leer ese libro que tenías aparcado en la mesita de noche, ojear la prensa gratuita, resolver sudokus o crucigramas varios, o lo que es mejor, mirar a la gente, observar como van vestidos, si les ha dado tiempo de peinarse antes de salir, quien lleva el bocata en la mano, quien se va de viaje, quien tiene un gusto pésimo al combinar las prendas de vestir, quien va a trabajar, al médico, al cole, a la uni...ver, observar e....imaginar!!! Imaginar la vida que deben llevar esos amigos desconocidos, la vida que a ti te gustaría llevar y que, sin duda, no llevas.

Sue